jueves, 1 de noviembre de 2012






replicantes

un pañuelo que el río devuelve
seco se alisa
en la cresta verde de la costanera

me acerco
en busca de iniciales bordadas
o filigranas de sangre

no se puede saber
de que color ha sido

el viento se lo lleva

trae en su lugar
envoltorios de golosinas





(coro) Llorón...
(solo) No me preocupa lo que digan...

del tango “El llorón” de Juan Maglio y Enrique Cadícamo


el llorón



lloro porque la simplicidad me persigue
y entonces
soy un simple

lloro porque se habla rápido y resulta
que no conozco este lenguaje

lloro porque andan circulando rumores
a ver si lloro o qué
o qué carajo

lloro cada vez que pongo algo en la calle
para hacer que lo pise
de vez en cuando un auto

lloro porque parece ser que no contraigo
mas que enfermedades benignas

lloro
ante toda precaución

lloro porque hay que impresionar a la gilada
y lloro
porque  a tirarme al río
con ellos
no me animo

lloro porque no hay río

lloro la verdad

lloro la verdad por cualquier cosa
la verdad que por cualquier cosa
cae enferma y muere y entonces
lloro

lloro porque si supiera hablar japonés

lloro porque nevó en mi ciudad donde en la puta vida
lloro porque me garantizaron que iba a andar

lloro porque se amaron en la terraza
de noche
sin estrellas

lloro al mar que fue
una leve prolongación de mi frente

lloro las salidas de los colectivos que se pierden
y porque no se puede
y no se puede

lloro porque ella conmigo

lloro porque igual
no vivo tan preocupado

y lloro porque iba a decir nadie
nadie tiene paciencia
pero ya no había nadie

lloro convencido

lloro
lloro

lloro si vale la pena señalar algo
y lloro porque la pena cuesta

lloro entre el vidrio del auto y ella
que no sabe porque lloro

lloro y me dicen pelotudo
y si justo soy hombre mientras lloro
los miro y digo si
pelotudo y qué

si soy mujer lloro
también
entonces suelto el llanto
que llevaba en la boca aferrado como un hueso

lloro

lloro

lloro porque todavía no dono
ninguno de mis órganos
después de todo
 mis ojos sólo sirven para llorar
el resto a los chanchos

lloro  con el índice entre los dientes
pero no se si pido silencio
o me acuso en silencio por llorar tan bajito

lloro porque no debería llorar

lloro porque quiero que crean que lloro

lloro con facilidad

lloro porque soy de esos hombres
que dicen haber llorado
una vez en la vida

lloro porque desde entonces lloro

lloro porque ni siquiera pude
poner una mano en su rodilla
y lloro- un poco-
por los que mueren asfixiados en sus camas

lloro el fin

lloro

lloro furiosamente y espero
que me pongan remedio

lloro porque la ocasión es puta

lloro cuando alguien me ve

lloro pero no lloro al pedo

lloro copiosamente

lloro en este duro trance que es
hacerse el dormido al despertar

lloro porque me creen
y lloro porque siempre hay quienes no
entonces les doy a leer este papel
pero ojo
puedo seguir

porque lloro
y lloro

lloro cada vez que me sacan el codo de la butaca
y cada vez que me pescan
tirando un papelito en la calle

lloro porque mi causa es triste
al menos para mí que la defiendo

y lloro
con menos vigor eso sí
al pensar en planetas y en estrellas

lloro porque no se si un vampiro
puede viajar a las estrellas

lloro porque soy un vampiro emocional
caballero señora cuídense
si lloro los pongo en un aprieto
no sabrán si reírse o llorar

lloro porque me dicen lo que soy
y lo que yo quiero que me digan
pero no hay manera de saber cuándo
ni cómo


lloro joven con una insuperable sonrisa

lloro revoloteando entre la mierda

lloro desnudo ante el espejo

lloro por si estoy sintetizado

lloro porque es mi deber cívico
-aquí soy el que llora-

y lloro

lloro por los que dejan sus automóviles sin custodia

lloro  por quien necesitara ir mas lejos

es más
lloro entre chorro y chorro mientras meo

lloro si alguien me la mira
si le dicen chiquita
si le dicen boba
si no le dicen

lloro por tener que llorar por esto

lloro porque los veo doblarse de la risa
mientras lloro

lloro che
lloro

lloro en fila con otros que lloran
lloro quejándome del tiempo
de lo mal que jugamos el domingo

y lloran
los otros lloran asintiendo
aunque a veces no
mientras lloran pegan y yo pego

lloro porque la sangre me tiñe la camisa pero
quien sabe si me toman por héroe

lloro porque me recibirán llorando
y dirán cómo te lloramos
te creíamos muerto

lloro porque tendré que decirles
así es así es

y lloro porque no me acuerdo si le dije
esperáme
así que no se

por eso lloro

y lloro

insisto

lloro

siempre tengo un llanto a mano
a tiro lo tengo
y lloro

lloro

aunque parezca risa


cuando yo era  un niño


cuando yo era  un niño,
el ancho pájaro de mi grito se posaba en un techo,
para asistir en silencio a la partida de todos.

quedaban pieles inertes en la calle
con rasgos suficientes
para identificar a vecinos y comerciantes

cuando yo era un niño esperaba el regreso

el viento entierra un par de cachorritos




el viento entierra un par de cachorritos

un cardo ruso hastiado de pampa
cruza la ruta para anclarse en la carne

pajaritos negros
un poco mas tarde
sobrevuelan la tumba en silencio

de la nada surgen las hojas


Los trabajos de la urbe


no tienen el glamour de la viña
ni la belleza rústica del altiplano
ni la firma azul
del trabajo en los puertos

en la ciudad se canta
mientras se curra sin estilo
el leitmotiv  que a uno le toca
con áspero fraseo

prestamistas
choferes
mecánicos de motos

kiosqueros
conserjes
mozos


vigilantes nocturnos

no hay quien haga con ellos
un meloso quodlibet

se ponen solitos la música al hombro
costal que han de llevar
con digno paso
hasta la tumba.

miércoles, 31 de octubre de 2012


Más lejos


más lejos de la casa y del camino
la tierra se pone roja
de minerales

si se escucha con atención
cascarudos lustrosos se dejan oír
practicando lo que sea que hacen con sus patas
con frenesí admirable

llamada de amor
o puro acicalarse
mi tránsito no ha sido previsto
tampoco mi pisada torpe

me pregunto
en voz queda
para qué ir más lejos


Temblor


para hoy el noticiero auguraba temblores
movimientos telúricos
caos
disturbios
en una región no tan lejana
y sin embargo
fabulosa para mi


unas tímidas grietas al principio
fueron reportadas
daños materiales pocos
apenas un contrapunto al rumor
              del polo petroquímico
la angustia general
apenas un murmullo

que pena

no ha sido la fractura impiadosa
que yo esperaba
no ha sido el fin del mundo
donde las naves se precipitan al vacío
y tentáculos aguardan
no ha sido
el fileteado a cuchillo del planeta

no he de subirme al tejado
esta noche
entonces
a verificar cómo
en los patios de las casas vecinas
se encienden hogueras